“El feminismo tiene la asignatura pendiente de dar cabida a todas las sexualidades”

Un espacio de reflexión y empatía, en el que las mujeres compartan sus inquietudes en un mundo que no acaba de despegar el camino hacia la igualdad, pero en el que los hombres también pueden aportar y, sobre todo, escuchar. Esos son los encuentros que desde hace unos años organiza la senadora de Izquierda Unida Vanessa Angustia, una vilagarciana de Trabanca Badiña cuyos discursos desde la Cámara Alta ha viralizado en más de una ocasión Alberto Garzón.

La de ayer era una tribuna más modesta, la que ofrece la asociación O Faiado da Memoria desde el local situado en Ravella. Un espacio íntimo que llama a la reflexión. Y esto es precisamente lo que busca el ciclo “Desmontando o amor romántico”.

Y es que son muchas las batallas que tiene que afrontar todavía el feminismo, y Angustia considera que una de las más importantes es interna.

“El feminismo tiene la asignatura pendiente de dar cabida a mujeres que, como yo, no tenemos la sexualidad normativa, la heterosexualidad”. Hacia ese modelo caminan todos los “mitos del amor romántico” que la senadora se propone desde hace tiempo desmontar.

Precisamente para dar espacio y voz a todas aquellas que se han visto afectadas y discriminadas por un tipo de amor basado en el hombre como caballero andante y la mujer que aspira a ser rescatada. Mitos que, por exagerados que suenen, dan como resultado relaciones basadas en la exclusividad. Que se asientan sobre verdades tan efímeras como el “amor a primera vista” y en las que, por su puesto, no se concibe ninguna sexualidad más allá de la hetero.

Angustia contempla con preocupación, y es una de las conclusiones que sacó de estos encuentros, que este tipo de mitos repuntan entre los más jóvenes. “Para que haya un cambio estable hay que influir en la educación. Formar en igualdad y, sobre todo, que esos señores de la derecha dejen de frenar una sexualidad libre y diversa”.

Lucha contra el retroceso
La senadora de IU es consciente de que el panorama es complicado, con la irrupción de “formaciones tóxicas que vienen a llevarnos al pasado”. Pero se muestra optimista y considera necesario “identificarlo y afrontarlo. Hace falta mucha pedagogía, mucha reflexión”.

Esas son las características principales de los encuentros que organiza desde 2016 y que puso en marcha en noviembre, cuando estaba preparando los actos contra la violencia de género, y precisamente para salir de espacios encorsetados. “Quería hablar de la sexualidad, del patriarcado, sin establecer pautas”, explica .