Un “guerrero” sostenible, que da ejemplo y tira de las orejas a las instituciones

Un “guerrero” sostenible, que da ejemplo y tira de las orejas a las instituciones
Varela y Leiceaga se reunieron con la tripulación y voluntarios de Greenpeace, que reclaman una mayor implicación institucional en la lucha contra el cambio climático | gonzalo salgado

Matriculado en Ámsterdam. Casi 58 metros de eslora, 11,30 de manga, 5,15 de calado y capacidad para 838 toneladas. Cinco velas que suman 1.290 metros cuadrados de superficie. Puede alcanzar los quince nudos de velocidad. Son datos técnicos que esconden en realidad una gran historia. Una historia que se construye cada día, pero que bebe también de los Rainbow Warrior anteriores.

Por ello, el tercer “Guerrero del Arcoiris” guarda en sus rincones especiales recuerdos sobre sus antecesores, como una réplica del tótem que les regaló la tribu indígena que dio nombre al buque insignia de Greenpeace.


En su interior, una auténtica torre de babel surca los océanos en defensa del medio ambiente. Diecisiete tripulantes, quince nacionalidades. Al frente de las comunicaciones, el australiano Neil. Al timón, el aragonés Pep Barbal y en el puesto de mando otra española, María Martínez. “En la carrera el ochenta por ciento eran hombres”. Entusiasta de la navegación y de la vela en particular, tras probar suerte en la Mercante enseguida descubrió que lo suyo era “aportar”. Lleva cinco años con Greenpeace, dos como primera oficial.


Durante este tiempo ha aprendido mucho sobre las diferentes culturas. “Los españoles somos más de aproximarnos, incluso de abrazarnos. En Taiwan es al contrario”, asegura. El contraste le parece “enriquecedor”.


Reconoce que la navegación no es para todo el mundo. Son tres los que pasan a bordo y otros tres en tierra, aunque a veces cambian de barco. Ella siempre estuvo en el Rainbow Warrior.


Su compañero Juande Fernández, responsable de Movilización de Greenpeace, conoció al segundo “Guerrero del Arcoiris”. El actual es el único de los tres que fue construido para la organización, lo que permitió que sea precisamente todo un emblema de su lucha. Y es que de esta manera se permitió que los sistemas se diseñaran para que el buque insignia de Greenpeace fuese todo un ejemplo de sostenibilidad. También en su día a día. “Se navega a vela siempre que se puede y cuando va a motor se utiliza un generador de propulsión eléctrica que se alimenta de gasoil”, explica Fernández. La tripulación trata asimismo de comprar productos ecológicos, separar siempre la basura y evitar los plásticos de un solo uso.

Importante mensaje
Todos estos detalles los conocieron ayer el alcalde, Alberto Varela, y los ediles que lo acompañaron a una primera visita al barco en la que también estuvo el portavoz socialista en el Parlamento gallego, Xaquín Fernández Leiceaga. Feliz de que Vilagarcía tenga la oportunidad de conocer el tercer Rainbow Warrrior, que “pisa” por primera vez aguas gallegas, el regidor animó a la ciudadanía a asistir a las visitas guiadas, que serán mañana y el domingo, para ver “continente e contido”. El regidor también se llevó un tirón de orejas. “As administracións temos un tempo moi limitado para revertir a situación”, reconoció

Un “guerrero” sostenible, que da ejemplo y tira de las orejas a las instituciones

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