El SPAD constata el aumento de adicciones por el juego online entre los más jóvenes

Entre las paredes del Servizo de Prevención e Axuda á Drogodependencia de Vilagarcía no solo se encuentran historias relacionadas con el consumo de sustancias como la heroína y la cocaína. Los nuevos tiempos y, sobre todo, las nuevas tecnologías han dejado un reguero de nuevas adicciones que afectan sobre todo a la población más joven. Entre ellas, y la que más alarma interpretando los datos, está la adicción al juego online, tanto en las casas de apuestas como, sobre todo entre la población más joven, a través del “smartphone”. Blanca Vázquez es directora del SPAD de Vilagarcía, en donde trabaja desde hace 23 años, y señala que el perfil de personas que acuden al centro “ha variado notablemente”. Apunta que al principio “cuando llegué aquí era un perfil de heroína, mucho más visible físicamente. La cocaína todavía tardó unos años en llegar. A simple vista no la notas tanto, es más traicionera, pero no menos peligrosa”. Y es que, alerta Vázquez, un consumidor “de fin de semana es también un adicto, aunque uno crea que en cualquier momento puede dejarlo”. El SPAD vilagarciano, con influencia comarcal, atiende a unas 130 personas por dependencias a este tipo de sustancias.

En los últimos años, incide Blanca Vázquez, el perfil ha cambiado mucho. “Hay un goteo, sobre todo de chavales muy jóvenes, que tienen problemas con el juego”, apunta. “Un goteo que te hace pensar que ojo, aquí está pasando algo”, asegura.
Y es que aunque hace años que el Spad se abrió a la atención de adicciones más allá de las drogas propiamente dichas, “es cierto que seguimos teniendo ludópatas con problemas con las tragaperras, pero ahora empieza a verse otro perfil relacionado con el juego online y de las casas de apuestas y parece que el Estado cierra los ojos a esa realidad que tiene a los menores en su punto de mira”.

De hecho los datos hablan por sí solos. Si en septiembre del año pasado en el Spad se atendía a 16 personas por problemas de ludopatía, a finales de año la cifra ya subía a 35. “Es un problema que va a ir a más si no lo atajamos a tiempo”, apunta. “No se puede tolerar que las casas de apuestas estén proliferando como setas y tampoco que haya anuncios en televisión con figuras que son un referente para los más jóvenes que promocionen este tipo de juegos online. ¿Donde está el Estado? A ellos sí que hay que protegerlos, a los menores, antes de que sea demasiado tarde”, señala la directora del SPAD.

Vázquez entiende que en prevención se invierte “más bien poco, menos de lo que se debería” y que el trabajo que se hace desde el Spad y con la docena de personas que trabajan en sus dependencias dura “en ocasiones años para que un paciente pueda más o menos salir adelante por sí solo”. En ocasiones, toda una odisea y un esfuerzo titánico.