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miércoles | 24 abril | 2024
La combinación de viento y lluvia se hizo sentir en la noche del viernes al sábado en Arousa, dejando un considerable número de incidencias.
Las fuertes rachas, que llegaron a rondar los cien kilómetros por hora en algunos puntos, causaron daños en tejados, levantando estructuras en al menos cinco viviendas en Carracedo (Caldas), donde los vecinos que ayudaban horas después a reponer las cubiertas (alguna de ellas totalmente desaparecida) hablaban de “viento huracanado”.
También en A Goulla (Meis) voló otro tejado, además de algunos invernaderos.
En Vilagarcía, las ráfagas tumbaron una valla perimetral que cercaba una obra en la calle Castelao.
Los efectos del vendaval se vieron igualmente en un reguero de árboles que acabaron en el suelo a lo largo de buena parte de los ayuntamientos de la zona. Sin salir de la capital arousana, la caída de troncos cortó temporalmente la carretera de Rubiáns y la que va de A Laxe a Soutelo, donde hubo que retirar hasta tres ejemplares.
En O Grove se soltaron las amarras de algunas pequeñas embarcaciones, que fue necesario recuperar.
La lista de sucesos por viento continúa con un sinfín de contenedores volcados o arrastrados, tulipas de farolas y papeleras caídas por prácticamente toda la comarca y ramas arrojadas a las carreteras del rural.
En daños ocasionados por el agua, algunas de las instantáneas más destacadas llegaban ayer de A Illa, donde la marea alta en plena madrugada coincidió con el fuerte temporal tomando las aguas del céntrico paseo de O Cantiño y remontando hasta la carretera en A Abilleira.
El Umia, al límite en algunos puntos de Ribadumia, volvió a salirse de su cauce en la zona meisina de A Goulla, inundando fincas y algunos bajos de viviendas y negocios del lugar.
sin luz cinco horas
El temporal ocasionó, además, problemas en la red eléctrica. En Cambados, varios núcleos en las zonas de Oubiña, Corvillón y Vilariño estuvieron sin luz desde las tres de la mañana hasta las ocho, algo que, a pesar de producirse en plena noche, recordó al anterior apagón sufrido el pasado 23 de diciembre en muchos puntos de O Salnés.
Todavía en la villa del Albariño, los efectivos de emergencias tuvieron que limpiar arquetas de las que brotaba agua en pleno temporal y con marea alta, lo que contribuyó también a crear más problemas de inundaciones en espacios públicos.
Meteogalicia mantenía para esta jornada de domingo la alerta naranja en el litoral por fuertes vientos y olas de hasta siete metros. Lo peor está previsto para la noche y hasta mediodía, momento en que las predicciones rebajan la alerta a color amarillo, el mismo nivel que se aguarda para las zonas del interior de la provincia de Pontevedra.
