Los trabajadores de Comunicación piden a Fole una resolución que no tenga “amenazas”

Los trabajadores del área de COmunicación han salido de su silencio desde que se dieron a conocer los problemas que llevan dos años y medio sufriendo y han emitido en un comunicado público en el que solicitan al alcalde, Tomás Fole, que redacte una nueva resolución que no contenga amenazas.
Y es que las aclaraciones del alcalde, asegurando que no había ninguna intención de despido implícita en la resolución emitida el 20 de noviembre, no convencieron para nada a tres afectados.
“Ante una resolución en la que se afirma que se evaluará contratar a una empresa externa y la reconversión o mantenimiento de los peustos de trabajo sólo cabe una interpretación, la que todo el mundo hizo salvo el gobierno local: Una amenaza. Y si, como se afirma, no lo es, tiene fácil solución: Hágase una nueva resolución retirando este párrafo”, señalan los trabajadores de Comunicación, que ven claras contradicciones entre el contenido de la resolución y la actuación del alcalde que, “para colmo” (señalan) ayer declara “¿Quieren que les diga que tienen que trabajar ahí si no sé si se dan las condiciones”.
Por ello se preguntan los trabajadores si “lo nuestro es una amenaza y lo suyo prudencia. ¿En qué quedamos, no fue precisametne por precaución, porque no sabemos si se dan las condiciones, por lo que nosotros paramos las máquinas? Y si es así, ¿no debería ser el alcalde quien, como jefe de personal, hubiera ordenado antes esa paralización ¿Es que hasta hace una semana desconocía el contenido de los informes realizados durante tres años?”.
Análisis que, por otra parte, muestran claramente que las dependencias del Concello donde se asienta este departamento no se rige por la legislación vigente en lo referente a las temperaturas y a los valores de Co2. Así, en el apartado de “cumple condiciones mínimas” la empresa Unipresalud marca en todos los casos la pestaña del “no”.
“El problema no se reduce a si existe un riesgo grave (era lo que faltaba) sino a que existe un riesgo, y punto. Y el Concello tiene la obligación de evitar los riesgos, combatirlos en origen y dar las debidas instrucciones a los trabajadores”, señalan los miembros del equipo de Comunicación, que aclaran que aunque no conste en ningún lado las temperaturas de 40 grados que se dieron en sus depsachos (“porque las mediciones no se registran todos los días”) solo hay que hacer “una simple regla de tres: Si el informe del 1 de agosto certifica que dentro había 28,8 grados y fuera 23, ¿cuánta temperatura puede haber dentro un día que fuera se registren 35?”.
Pero lo que más extraña a los trabajadores es que, si “no pasa nada”, tal y como afirmó la portavoz del gobierno, Rocío Llovo, “por qué interviene la Inspección de Traballo? ¿Por qué tres años ocultando a los afectados los informes sobre temperaturas, ruidos, concentración de Co2 y exposición a sustancias químicas potencialmente cancerígenas”, se pregunta el personal de Comunicación, que también mostró su agradecimiento a los apoyos recibidos por la Xunta de Persoal y el Comité de Empresa del Concello y por diversos colectivos, “compañeros de trabajo y profesión” y creadores.
Apoyos al que ayer se sumaba el del grupo municipal de Esquerda Unida, que acusa al gobierno local y en concreto a Fole y Llovo de “vulnerar” los derechos de los trabajadores de Ravella. “Este comportametno é propio dos que queren mudar as relacións laborais por relacións esclavistas”, señala el portavoz, Juan Fajardo, que considera que el regidor opta “por arremeter contra todos aqueles que protestan” en vez de “analizar se as denuncias poden ser atendidas e solucionadas”
Según Fajardo “as ameazas coñecidas estes días nos medios non son máis que a punta do iceberg da forma de exercer o poder do goberno local, que prefire avasalar, presionar e ameazar en vez de negociar e consensuar”, una actitud que el portavoz de EU tacha de “profundamente inxusta e antidemocrática”.