10º-17º
jueves | 25 abril | 2024
La desgracia pudo haber teñido ayer de luto al Club de Remo Vilaxoán. Una delegación de seis personas (tres jóvenes, el entrenador, el delegado y su mujer) viajaban en furgoneta por la autopista A-66 que va a Sevilla para participar en una de las competiciones oficiales cuando sufrieron una avería en el vehículo. Mientras esperaban la llegada de “asistencia en carretera” decidieron bajarse todos del coche y salirse de la carretera. En el arcén, equipado con el pertinente chaleco reflectante, solo se quedó el delegado del equipo. Fue entonces cuando un tráiler arrolló tanto al vehículo estacionado como el remolque, desplazándolo en más de cien metros y dejando en shock a los ocupantes que habían abandonado la furgoneta tan solo unos minutos antes.
El impacto se llevó por delante la furgoneta que, habitualmente, utilizan para los desplazamientos, y también el remolque en el que transportaban los barcos para la competición. “Volvemos a nacer. Non dabamos crédito”, explicaba ayer el delegado.
Y es que la modestia de un club como el de Remo de Vilaxoán es evidente en este tipo de cuestiones. Las escasas ayudas que tienen los deportes minoritarios obligan a tener que usar medios propios para poder desplazarse a competiciones con la de este fin de semana en Sevilla.
“Tamén dá rabia polos rapaces, que están internos no Centro de Tecnificación, que o dan todo e logo pasan estas desgracias e quédaste sen medios”, explican desde la entidad.
Pese al susto inicial los jóvenes compitieron ayer como tenían previsto en Sevilla donde, al estar rodeados de compañeros de otros puntos de España y también de Portugal, consiguieron relajarse. Hoy los seis miembros del Club de Remo volverán a Vilaxoán gracias a un coche que el seguro les ha puesto como sustitución.
Todos están ilesos. Solo el entrenador llevó unos puntos por unos cortes en la cabeza.
