Una tromba de agua desborda el Umia e inunda las comarcas de O Salnés y Caldas

Casi como cada vez que llueve con cierta intensidad, las comarcas de O Salnés y Ulla-Umia volvieron ayer a inundarse, dejando una amplia relación de incidencias en varios municipios.
Las diferentes agrupaciones de Protección Civil destacaban que lo peor comenzó sobre las ocho de la mañana y se prolongó hasta las once o doce del mediodía, coincidiendo con una intensa tromba a primera hora que acabaría complicando la mañana.
El río Umia se desbordó en diferentes tramos, sufriendo especialmente Caldas y Vilanoviña, entre Baión y Meis. En el primero de estos ayuntamientos hubo incluso que abrir el embalse para aliviar la acumulación de agua. A ello hubo que sumar la crecida del río en pleno centro, que volvió a tomar el paseo fluvial y a comprometer edificaciones cercanas. El entorno tras el Consistorio fue otro lugar de destacada acumulación de agua.
Sin embargo, una de las villas más perjudicadas fue Cambados, donde casi con el amanecer se vieron espacios completamente anegados. Mención especial fue para los varios centímetros en altura alcanzados por el agua en la Avenida de Galicia y, especialmente, entre la Cofradía y la Plaza, una zona donde justamente se obró hace poco para mejorarla e intentar paliar los efectos de las inundaciones. Tampoco se libró la Praza do Concello ni algunas calles paralelas a la Avenida de Vilagarcía, entre otros lugares.
Fuentes de Protección Civil explicaban que poco se podía hacer más que esperar que cesaran las lluvias y no lloviese intensamente coincidiendo con la marea alta. La calma se instaló a mediodía.
Cerca de allí, en Vilanoviña, el río volvió a salirse de su cauce habitual, tomando fincas y amenazando estructuras, aunque el nivel del agua no llegó a lo alcanzado en anteriores ocasiones, como recordaban ayer en la Parrillada Umia.
En Cuntis el reguero de incidencias no cesó en todo el día. Protección Civil comenzó sus intervenciones a las nueve de la mañana y seguía en activo caída la tarde.
Lo peor se lo llevó el entorno de la circunvalación, con agua acumulada en algunos puntos y en bajos de edificios de hasta 70 centímetros en altura.
No cesaron en achicar utilizando un buen número de bombas y en alguna comunidad tuvieron serias dificultades para poder reabrir los desagües atascados. Se vieron afectados muebles y ropa en algunas edificaciones bajas y también garajes.
En Valga, nuevamente hubo que cortar el paso bajo la vía del tren, anegado como cada vez que llueve con cierta intensidad. Se registraron inundaciones destacadas en calles y zonas como Carballa, Casanova y Carballiño.