Turnos de noche cada vez que llueve para achicar agua en su negocio

Las dos titulares de Village Bakery, uno de los negocios ubicado en la plaza de Arzobispo Lago, no pueden más. Cada vez que llueve madre e hija se ven obligadas a bajar a su local de desayunos y meriendas para achicar el agua que les entra irremediablemente por la puerta. ¿El motivo? Pues una alcantarilla ubicada justo frente a la puerta del local que “cada vez que caen cuatro gotas, desborda”. La primera inundación gorda la sufrieron en el negocio poco tiempo después de abrir. “Fue en noviembre de 2018 y se quedó todo completamente empapado”, apuntan las titulares. Dicen que ya en aquel momento advirtieron a Ravella del fallo estructural que existe en la plaza en la que, por la pendiente que existe, toda el agua va a desembocar en su puerta. “No solo nosotros hablamos con el Concello, sino también el propietario del edificio ya desde años atrás y no se ha hecho nada”. Lo que temen es que el seguro, que hasta ahora se ha hecho cargo de los desperfectos, “se acaben echando fuera”.

“No son solo los daños materiales, que sí, sino los psicológicos. Estamos en un sinvivir. Cada vez que llueve nos turnamos y bajamos de noche a achicar o a poner tablas para que el agua no entre en el local. Incluso en ocasiones nos han ayudado hasta los clientes. No sabemos qué podemos hacer”, explican.

Lo cierto es que, aseguran, “desde el Concello no ofrecen respuesta cuando nosotros pagamos nuestros impuestos como todos”. La cuestión es que Arzobispo Lago es, desde hace tiempo, uno de los viales con mayores problemas de inundaciones en el centro urbano. Ni siquiera la obra de la Praza de Galicia ha resuelto esta problemática, sino todo lo contrario, dado que el desagüe se produce precisamente ahora hacia este concurrido vial.