Los vecinos podrán explotar los bares de locales sociales con un cambio en la norma

Con crispación y enfrentamientos dialécticos empezaron los concejales de Vilagarcía el nuevo año, al menos en cuanto a sesiones plenarias se refiere. La primera sesión de 2017 se aventuraba aburrida y de trámite, pero las broncas fueron aumentando en decibelios a medida que pasaban los minutos. La diana de todas las críticas fue, fundamentalmente, el popular Tomás Fole cuyo grupo presentó una moción para exigir que, en cumplimiento del reglamento vigente, los bares de los locales sociales del municipio se saquen a concurso público por parte del Concello.
La moción despertó la furia de los colectivos vecinales que, hace justo cuatro años, mostraban su total desacuerdo con el citado reglamento con bombos y gaitas. El presidente de los vecinos de Rubiáns, Xurxo Abuín, cogió el micrófono entre el público para pedir a los grupos de la izquierda que no apoyasen “este enxendro de moción” e invitó abiertamente al gobierno a que “derogue o Regulamento que se fixo na época do señor Fole con toda a cultura de Vilagarcía en contra”.
El gobierno local cogió el guante del de Rubiáns y fue el alcalde el que anunció que el controvertido reglamento se modificará y que, de hecho, “nunca tería que ter sido aprobado”. Y es que los socialistas son conscientes de que ellos mismos están incumpliendo la norma permitiendo a la asociación de vecinos de Vilaxoán iniciar esta misma semana un concurso para que terceras personas se hagan cargo del bar del centro social de O Preguntoiro.
Pese a que el PP pide “analizar cada caso concreto de los centros sociales” al entender que “no es lo mismo Rubiáns que Vilaxoán, la idea del Concello, tal y como trasmitieron en el Pleno, es la de modificar el reglamento de tal forma que sean las asociaciones las que gestionen los bares. Fue el propio alcalde el que señaló que “o día que as asociacións de veciños se cansen das casas da cultura e nos entreguen as chaves ímolas comer, porque non opdemos asumir a súa xestión”.
Tanto el PSOE como el resto de grupos de la izquierda votaron en contra de una moción que provocó un duro cruce de palabras entre Fole y Abuín y que desempolvó mucha hemeroteca. Abuín recriminó al exalcalde que en su día “nos sacase a subvención para os produtos de limpeza porque a vostede non lle importaba que os veciños andivesen entre a merda” y le recordó que “as asociacións de veciños somos as únicas que a base de esforzo levamos a cultura aos lugares máis desfavorecidos do concello”.
Abuín tildó de absolutamente “inoperativa” la propuesta del PP y destacó que “a meirande parte das cafeterías dos centros sociais non están funcionando porque non hai xente disposta a traballar de xeito gratuíto”. El de Rubiáns recordó incluso al, en 2013, edil de Cultura, el popular Fran González, al que se refirió dicindo que “aquel tipo que no Auditorio me dou un cursillo acelerado de como defraudar á administración para conseguir subvencións de Cultura”. Una intervención muy dura y especialmente dirigida al PP.
Tomás Fole se defendió de los ataques insistiendo en que “el Reglamento del que se habla fue tergiversado. Trajeron aquí a bombo y gaita auténticas falsedades diciendo que se iba a cobrar a las asociaciones sin ánimo de lucro. No era cierto”.
El conservador insistió en que los bares de los locales culturales, con instalaciones municipales, deben ser sacados a concurso por el Concello. “Hay fórmulas y fórmulas para poner en las bases del concurso facilidades para las asociaciones. Lo que no se puede es que un colectivo saque a concurso algo por sí mismo. ¿Y si hay más colectivos interesados”, replicó Fole. Su moción fue rechazada por el resto de los grupos.