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sábado | 20 abril | 2024
Es ya todo un clásico de estas fechas y como casi todo evento otoñal que se precie llega pendiente de las condiciones metereológicas. La séptima edición de la Foliada de A Baldosa tiene, como cada año, un importante tinte solidario y, por ello, los fondos que se recauden con la venta de los menús solidarios se destinarán a la Fundación Lar.
Una buena obra que además llega cargada de diversión para toda la familia. Será este domingo, de doce del mediodía a cuatro de la tarde y los números hablan por si solos.
Un total de 250 músicos se darán cita en el escenario al aire libre que se montará sobre la emblemática calle de A Baldosa. La organización tiene preparado un total de 650 menús, que estarán compuestos por empanada de cocido gallego, habas con mejillones, pan, café y queimada.
Al evento se sumarán también una docena de puestos de artesanía. De la música tradicional se encargarán grupos llegados de toda Galicia, aunque especialmente de la comarca, que colaboran altruistamente con la iniciativa. “É unha festa. Hai moito meniño e a xente acaba bailando no escenario”, explica José Luis Rey, portavoz de los músicos.
Los tickets se pueden adquirir ya en los bares Churruca, Dysania y De Co, todos situados en A Baldosa, por un precio de cinco euros si se adquiere de forma anticipada y de siete si se compra el mismo día del evento. Los que no puedan asistir, también pueden colaborar con la causa a través de la fila cero y por un precio de dos euros. En caso de lluvia, el evento se trasladará al 6 de noviembre y, si las precipitaciones persisten, se cancelará.
La organización garantiza que en caso de que no se pueda realizar la Foliada, se devolverá el dinero de los tickets.
Tapar agujeros
La Foliada de A Baldosa no pierde de vista el objetivo con el que fue creada: Ayudar a los que están en una situación más desfavorecida. Este año, el destinatario de los fondos que se recauden será la Fundación Lar Pro Saúde Mental y su directora, Amelia Varela, ya tiene ideas sobre cómo invertir el dinero.
“Hay muchos agujeros que tapar. Hay que poner calefacción en una zona que no tenemos, pagar la deuda con los autobuses... Depende de lo que se recaude taparemos un agujero u otro”, explica Varela.
En las instalaciones de A Laxe desayunan y comen un total de 144 usuarios y más de medio centenar residen allí. A esto hay que sumar los gastos de ropa, mantenimiento y otros típicos del día a día. n
