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viernes | 19 abril | 2024
La incidencia de la pandemia va mejorando en O Salnés sobre todo desde que el Sergas aplicó restricciones para más de la mitad de su población. Vilagarcía pasó ayer de la alerta roja –el máximo– a la naranja y todos los concellos bajo estas medidas excepcionales han conseguido reducir el número excepto Cambados. Si bien es cierto que acaba de entrar en su primera semana y fue en ese momento cuando la curva empezó a doblegar en el resto y, de hecho, se mantiene en el nivel 1 de alerta (amarillo) como Vilanova y Sanxenxo.
Hablamos del total de casos y no significa que el brote de la avícola cambadesa –origen de la mala evolución en la comarca– esté totalmente controlado: hay nuevos positivos a diario y la Xunta mantiene las limitaciones de aforos y reuniones privadas hasta por lo menos el próximo miércoles, porque aún existen indicadores de riesgo alto y medio respecto a la incidencia acumulada a 3 días y el porcentaje de PCR positivas de contactos.
Vilagarcía es la única en naranja, pero ayer contabilizó 43 casos, lo que supone 14 menos con respecto a hace dos semanas, cuando se convirtió en el primer municipio saliniense en entrar en restricciones. Desde entonces llegó a rozar los 70, pero tras una semana de medidas especiales entró en bajada. Dos días después cayó Vilanova y en su caso las cifras han ido fluctuando con subidas y bajadas hasta un pico máximo de 27 y siempre rondando la veintena hasta que el pasado viernes descendió a los 18 y ayer se mantenía en esta cifra; dos por debajo de los 20 que motivaron la decisión de Sanidade.
Sin embargo, el mejor comportamiento lo presenta Sanxenxo con el descenso de casos más estable desde que se tomó la decisión de aplicar restricciones, el 1 octubre. Pasó de 33 infectados a los 16 contabilizados ayer (18 menos). La sombra de las limitaciones se ceñía sobre la localidad mucho antes de que el brote de Avigal pusiera en la picota a cuatro municipios de la comarca. En su caso, el riesgo residía en su proximidad a Poio y Pontevedra, donde llevan semanas en situación excepcional. También Meis se mantiene estable tras 10 días, aunque solo presenta dos casos menos que por aquel entonces. Según la cifra publicada el viernes por su gobierno, tenía 15.
La otra cara de la moneda es Cambados que presenta el peor comportamiento. A día de ayer tenía más casos que cuando se aprobaron las restricciones al contabilizar 26 positivos –uno menos que el viernes– y sus cifras fluctúan por lo alto. No obstante, también es cierto que fue el último en entrar en restricciones y acaba de entrar en su primera semana, que es cuando se empezó a notar el efecto en el resto. De hecho, sigue habiendo contagios en todos, pero la Xunta no ofrece los datos necesarios para hacer cálculos y lograr saber los nuevos positivos del día.
Semáforo de la Xunta
Con todo, desde que activó su “semáforo”, tras recibir críticas de los alcaldes, se puede conocer la incidencia y la capital del albariño se mantiene en nivel 1 (amarillo) y esto supone que en los últimos siete días ha registrado entre 7 y 14 nuevos infectados. En la misma alerta se mantienen Vilanova y Sanxenxo (también Ribeira, Boiro y Moraña). Vilagarcía llegó a estar en el máximo, el rojo, pero en la actualización de ayer había bajado al 2 (naranja), lo que significa entre 14 y 21 nuevos positivos en la última semana.
En nivel 0 (verde), con menos de 7, están A Illa, O Grove, Ribadumia, Meaño y Meis. En el caso de O Barbanza son Rianxo y A Pobra y en el Ulla-Umia: Caldas, Catoira, Portas, Cuntis, Valga y Cesures.
El sistema es similar al implantado desde finales de agosto por el Ayuntamiento de Vilanova, como recordó ayer con orgullo su alcalde, Gonzalo Durán. Con la salvedad de que ellos sí ofrecen datos diarios al seguir el modelo de la Universidad de Harvard. De hecho, lo mantendrán porque ambos “se complementan, pero se debieron dar datos desde febrero, por toda las administraciones, para tenerle respeto a la enfermedad. Somos mayorcitos y tenemos que saber lo que nos viene por delante”, manifestó el regidor.
