Piensa el Sr. Fole que todos son de su condición

Dicen los expertos en lingüística y etimología que no es lo mismo mala leche que mala baba. La mala leche es algo coyuntural, determinado por una circunstancia; a veces, según quién lo diga y cómo lo diga, hasta puede resultar gracioso, por aquello del sarcasmo o la acidez. La mala baba, en cambio, es algo estructural, se tiene o no se tiene. Dicen, incluso, que quien la padece la lleva como una cruz a lo largo de su vida. La mala baba, aseguran, se suele asociar a estados de amargura, complejos personales, miseria intelectual, mezquindad y envidia, lo que predispone al sujeto a intentar sabotear, menospreciar, vilipendiar, ignorar o ningunear las ideas o propuestas de otros.
En su mal chiste semanal, el señor Fole hace conjeturas sobre un viaje que, al parecer, hice esta semana a Madrid y por los fondos Feder. Digo “al parecer” porque no, no estuve en Madrid y por lo tanto tampoco en ninguna reunión de los Feder. En una demostración más de cómo ejerce la ¿oposición? y en un indicio más de cómo ejerció el ¿gobierno?, el señor portavoz del PP parte de un error humano de este diario: que el viernes pasado hubiera, en efecto, una reunión técnica en el ministerio sobre los Fondos Feder, no significaba en absoluto que yo, ni ningún alcalde, estuviera allí. Por lo tanto, tampoco estuvo la concejala de Urbanismo, quién, por cierto, es la coordinadora de un proyecto muy complejo, que no se lo aprueban a cualquiera, como se ha podido comprobar: sólo 80 ayuntamientos de España, de distintos colores, lograron entrar en esos fondos y Vilagarcía está entre ellos. Por eso estamos legítimamente orgullosos; lo que otros no hicieron en cuatro años nosotros lo hicimos en uno, y en minoría. Pero eso no importa: lo sustancial, parece ser, es que teníamos que volver a Madrid porque no nos habíamos enterado de nada en la primera reunión. Eso sí, tuvimos tiempo para pasear. Y por eso nos pide los no-gastos que no-generamos en nuestro no-paseo por Madrid con la excusa de la no-reunión.
Ahora comprenderán por qué, como dije aquí mismo hace un mes, no podamos estar contestando todos los días a este nuevo prócer de la patria. Ahora bien, digo yo que siempre será mejor no-ir a Madrid a no-pasear que ir a Lleida para proponer, ante los municipios de España que sí defienden sus parques nacionales, que habría que construir una pasarela a Cortegada, demostrando con ello un profundo conocimiento de la sentencia del Supremo que dio origen a su inclusión de la isla en el parque nacional y, sobre todo, el sentimiento del pueblo de Carril, donde el señor Fole se ganó tantas amistades.
Se queja el señor Fole de que hemos contratado una asesoría externa para gestionar los fondos Feder. Con preguntar ya estaba. Pero no a nosotros, sino a cualquiera de los otros municipios de España que lograron esos fondos. O incluso al Ministerio de Hacienda, que ahora lo tiene bien cerca. Que pregunte cuántos municipios gestionan estos planes con personal propio. O que se lea qué dicen las convocatorias europeas, esas que él mismo dejó pasar.
Claro que no hace falta ir tan lejos. Él mismo podría recordar cuánto costaron y, sobre todo, para qué sirvieron, aquellas fantásticas asistencias técnicas para reducir el coste de energía eléctrica o para la gestión de la zona azul y los semáforos en foto rojo, ¿se acuerdan? O aquel magnífico contrato con un estudio de A Coruña para diseñar un campo de fútbol que luego resultó que no cabía en los terrenos previstos, lo que le costó una memorable reprimenda pública del entonces presidente de la Diputación y también de su partido en la provincia.
Y, a todo esto, se ve que con él nunca se aplazó ni suspendió una junta local de gobierno. Ni nunca se ausentó de su puesto, ni pasó dietas, para cosas de tanta enjundia para el futuro de su querida ciudad como la inauguración del curso universitario o de otro curso, el político, en cierto castillo de la provincia.
En fin, que piensa el señor Fole que todos son de su condición. Pero no. Algunos, por las circunstancias, podemos dejarnos llevar por la mala leche, como hoy, pero les aseguro que es coyuntural, sin mayor transcendencia. En otros, en cambio, la cosa es estructural. Y eso no es mala leche. Es otra cosa. Y a lo mejor por eso mismo su partido decidió lo que decidió, después de que los ciudadanos hubieran decidido lo que decidieron.

*Alcalde de 
Vilagarcía de Arousa

Piensa el Sr. Fole que todos son de su condición

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