PSOE: ¿Enemigo de España?

Malos tiempos para reclamar unidad entre los españoles. Fue la apelación del presidente, Pedro Sánchez, durante el pleno del miércoles en el Congreso. Que la próxima legislatura sirva para unir a los españoles.
Minutos después el líder del PP, principal grupo de la oposición, Pablo Casado, volvió a insistir en el supuesto encamamiento de Sánchez con los independentistas catalanes y la posibilidad de que vuelva a las andadas. Al mismo tiempo el líder de Cs, Albert Rivera, siguió venteando la supuesta autoexclusión de Sánchez del bloque constitucional. Lo cual deja a los españoles expuestos a la trágica fractura en el teórico alineamiento PSOE-PP-Cs con la letra y el espíritu de la Constitución.
Según Sánchez, ese virus ha sido inoculado por Vox. Es verdad. Sin la irrupción del nacional-populismo en el escenario político nacional no se entenderían los inesperados movimientos de Cs de cara a la convocatoria de elecciones generales cuando el partido de Rivera aun no había superado el ataque de contrariedad que le produjo la moción de censura contra Rajoy y el salto a la Moncloa de Sánchez.
El principal de esos movimientos es el “no es no” al PSOE como eventual aliado en la próxima legislatura. Supone abrir una zanja entre los dos frentes configurados ante la gobernabilidad que sugieran las urnas del 28 de abril. Es decir, dejar un centro deshabitado y fomentar la polarización, aun a costa del malestar en sus propias filas.
El virus realmente peligroso es el cainismo entre los partidos de inequívoco compromiso constitucional. Calificar de traidor al presidente de Gobierno, como hace Casado, o acusarle de que se autoexcluye del bloque constitucional, como hace Rivera, es una tragedia para un país que desde diciembre de 2015 reclama certidumbre, estabilidad y horizontes despejados.
Y tampoco se puede volcar el estigma del antipatriotismo sobre las honorables siglas de un partido de histórico compromiso con el Estado y la unidad de España, como es el PSOE. Lo cual me trae a la memoria un discurso del entonces presidente, Rodríguez Zapatero, cuando dijo en Tenerife (18 abril 2007) que “el PSOE es el partido que más se parece a España”.
También queda para los anales la presentación de la candidatura de Sánchez a la Moncloa (22 junio de 2015), en la que apareció con una enorme bandera nacional de fondo. También queda la memoria de las veces que PSOE y PP han utilizado la palabra “España” en los lemas electorales desde 1978 (generales, se entiende). Cuatro a uno, salvo error u omisión. El PSOE la utilizó en 1989 (“España en progreso”), en 1996 (“España en positivo”), en 2004 (“Merecemos una España mejor”) y ahora en 2019 (“La España que queremos”). El PP, solo en 2015 (“España en serio”).

 

PSOE: ¿Enemigo de España?

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