El miedo al sorpasso cambia de bando

Lo que los sondeos apuntan e Iván Redondo valora con ellos pasados por la batidora es que si el centro derecha está en un guerra cainita por la hegemonía que puede enturbiarse aún más tras Andalucía con la aparición de Vox dando mordiscos y por su costado sigue el declive de Podemos, la primavera puede ser el momento de apuntalar a Sánchez con una pasada por las urnas y que a la tercera sea la vencidae. Porque lo que parece evidente es que ahora los sobresaltos y los sorpassos están en el lado contrario y en el propio la hegemonía socialista ya es indiscutible y además los podemitas ya van por la enésima batalla de la Vida de Brian y a la espera de otras cuantas para seguir desguazándose. Al paso que van y de la foto fundacional en la orla con Iglesias no quedan ni las rastas y sacan un salón del trono con reina consorte. Es tendencia morada la cosa, pues esa misma es la fórmula andaluza, la de pareja alfas, al mando de la manada. Vamos, que Podemos, aunque Iglesias esté engordando, de fatuidad está que revienta, Podemos está quedándose cada vez más escuálido. Así que Redondo puede estar pensando que en vez de esperar al otoño del año próximo, bien se pueden adelantar a primavera.
Y no está mal tirado, porque es muy posible que no vuelva a tener mejor alineación de astros para conseguir el objetivo. Lo más importante la división del contrario, pues la pugna Ciudadanos-PP puede sufrir una convulsión en Andalucía, pero seguirá enconada durante un tiempo. Es más, la aparición de Vox, aunque no saque escaños, es para los populares tremendamente dañina. Porque esos votos sí que son de los suyos, y pueden ya infligirle en ese flanco la herida que los desangre y les deje por debajo de Ciudadanos. Amén de provocar el efecto perverso, que captan votos y no aportan escaños como ya sucediera en la municipales madrileñas cuyo resultado no les valió concejal alguno pero supuso la pérdida de dos e impidió por uno la mayoría PP-Cs. Vamos, que le dieron el triunfo a Carmena. Algo así pudiera incluso pasar ahora en Andalucía si alguna encuesta se confirma. Las tornas han cambiado desde las últimas generales que ganó Rajoy. Entonces todas las encuestas daban por seguro el sorpasso de Iglesias a Sánchez. Pero la oleada morada murió en la arena y ahí comenzó Podemos a recular. Ahora va cada vez más cuesta abajo y sin freno. Y eso es lo que alimenta al PSOE. Porque por ese lado también se sabe hacia dónde se trasvasan los votos. Los que no van a la abstención, vuelven al redil socialista y son los que pueden hacer a Sánchez presidente.

 

 

El miedo al sorpasso cambia de bando

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