CHRISTIAN VOIGT, EN ATLÁNTICA

En colaboración con la galería Lucía Mendoza, Atlántica Centro de Arte ofrece la muestra Templos y Religióm del fotógrafo Christian Voigt (Munich, Alemania), que vive y trabaja en Hamburgo y el Sur de Francia, pero recorre el mundo con su Hasselblad, tratando de captar los aspectos más singulares o los momentos más irrepetibles de los lugares que visita. Son fotos de encuadre y composición muy cuidados, buscando la simetría a la manera renacentista, así que la armonía y el equilibrio parecen ser sus normas y todo se reposa en una atmósfera de calidez y serenidad, conforme a  reglas estrictas de iluminación, de color, de contraste y de efectos de sombras.
Busca los grandes escenarios, los espacios con una energía especial, con un sentido profundo para el que el ojo de la cámara es sólo la puerta de acceso, pero también fotografía sitios que tienen una intensa carga humana y componen además un cuadro vivo y colorido de costumbres. Así, en esta muestra, podemos ir de los monumentales templos de Egipto o Myanmar a los mercados de frutas de Camboya o las barberías de Omán.
El resultado fotográfico de estas tomas es siempre ennoblecedor y parecida belleza transmite la foto del humilde salón de belleza de Camboya, construido con materiales pobres o casi de desecho, que el interior del monasterio Shwe Nandow de Burne o el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, pues él las ha planteado con el mismo respeto. En realidad, parte de la filosofía de que la espiritualidad no es privilegio, ni está encerrada en los templos, sino que se puede hallar allí donde alguien esté entregado o profese “su particular religión”.  La vendedora camboyana, en medio de la exuberante y variada policromía de sus frutas tiene una seriedad y una solemnidad semejante a la de las clásicas representaciones de la Gran Madre; en su territorio, es una dispensadora, una diosa. Y el fellah egipcio, que custodia la entrada al templo de Philae comparte la dignidad y el hieratismo de las impresionantes columnas.  El interior de un elegante salón de juego de Las Vegas aparece retratado con el mismo expectante silencio que la importantísima librería Morgan de Nueva York; los dos son lugares ceremoniales, sólo que los ritos y los oficiantes son distintos. Christian Voigt capta, sin juzgar, las múltiples maneras con el ser humano busca religarse.

CHRISTIAN VOIGT, EN ATLÁNTICA

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