Abstenerse de comer una carne para disfrutar de otra

LA Iglesia mandaba –manda, pero parece que cada vez hay menos gente que le obedece– abstenerse de comer carne en determinadas fechas del calendario canónico. Y por lo que parece esa moda ha cuajado entre personas para las que lo de menos son las creencias religiosas: los vegasexuales. Originarios de Australia, ya cuentan con franquicias por muchos lugares del mundo, han ideado su propio cinturón de castidad verde y descartan mantener relaciones sexuales con personas que coman carne. No es lo mismo zamparse un plato de callos que unas ostras como aperitivo de una noche de pasión, pero aun así... Con tanto omnívoro que hay por el mundo, a los vegasexuales no les va a quedar más remedio que limitarse a la endogamia, con lo que en unos años pueden acabar todos tontos.   

Abstenerse de comer una carne para disfrutar de otra

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