Berlusconi demuestra que su buena época ya pasó

SILVIO Berlusconi, o el que dice ser Silvio Berlusconi, porque le pasa como a Paula Vázquez, se ha metido tal sobredosis de cirugía estética y de bótox que no se parece en nada al de hace unos años, se resiste a marcharse. Sus buenos tiempos, cuando hacía fiestas con chicas de “bunga bunga” en su mansión, ya quedaron muy lejos y como también se ha apartado del fútbol, tiene que entretenerse con la política. Unas veces con la internacional y entonces confiesa que lo que más le gusta de Trump es su esposa. Otras, con la nacional y aunque no puede volver a ser primer ministro, acude votar. Ayer, cuando iba a introducir su papeleta en la urna, una activista de Femen pegó un chimpo y se plantó sobre la mesa. Il Cavaliere no reaccionó. En su buena época o le hubiese echado una mano a un pecho o le hubiese metido un billete en la cinturilla del pantalón