hacía tiempo que no sucedía, pero de nuevo el rally Dakar se ha cobrado la vida de uno de los participantes. En esta ocasión fue el piloto de motos Paulo Gonçalves el que falleció en un accidente en las dunas del desierto. Y, sin embargo, nadie se ha planteado todavía dejar de celebrar este tipo de pruebas en las que el riesgo para los participantes está presente en todas y cada una de las etapas. Resulta incomprensible que con la excusa de la aventura y el espectáculo se siga poniendo en riesgo la integridad de los corredores, por mucho que detrás de la prueba, ahora, esté el dinero de los petrodólares. FOTO: Momento en el que los médicos atienden al piloto herido I efe