A nadie le amarga un dulce y muchos menos a la concejala de Medio Ambiente de A Coruña, María García. Dos semanas han sido suficientes para que su criterio sobre el reciclaje de papel haya cambiado de modo sustancial. Tanto que si hace catorce días aseguraba que los ciudadanos hacían perder dinero a la ciudad por no reciclar, ahora, tras recibir el premio “Pajaritas Azules” por la excelencia municipal en la gestión de la recogida selectiva, asegura que se trata de un reconocimiento a la labor que realiza toda la ciudadanía. ¿En qué quedamos?