El contraste entre el enfado y el silencio

SI Maquiavelo anduviese por el mundo hace unos años, en vez de escribir el “El príncipe” habría escrito “El presidente”, obra de la que Bernabéu sería el protagonista y que habría de estudiar todo aspirante a dirigir un club de fútbol. Las “santiguinas”, aquellas arengas que dirigía a los jugadores en el vestuario, ocuparían un lugar destacado, pero siempre dejando claro que nunca tendrían lugar durante un partido. Tino bajó en el descanso del Deportivo-Málaga a azuzar de palabra al equipo y a los futbolistas les pareció mal; a Seedorf se supone que también, pero no ha dicho nada; claro, no vaya a ser que la próxima alineación se la haga el presidente. 

El contraste entre el enfado y el silencio

Te puede interesar