¿Cuál será la siguiente humillación?

Hay cantantes de grupos de rock que jamás tendrán un baño de masas como el que recibieron ayer los condenados por el intento de golpe de Estado en el lugar en el que perpetraron su fechoría. Junqueras, Turrull, Rull, Romeva, Forn y Bassa acudían al Parlament a declarar en la comisión sobre el 155 que los separatistas pusieron en marcha para despotricar contra el Estado opresor y, de paso, cobrar unas dietas que, curiosamente y pese al nombre, sirven para engordar sus ya obesos sueldos. Es de suponer que Pedro Sánchez, si tuviera sensatez, se tendría que haber quedado helado al ver cómo el hombre que lo puso en La Moncloa, Oriol Junqueras, aseguraba sin medias tintas: “Volveremos a ejercer nuestro derecho a un referéndum de autodeterminación. Muchos se han hecho sin el consentimiento del Estado”. La ventaja es que como Sánchez está a lo suyo, ni se inmutó. Al fin y al cabo, ya negoció con un condenado, se sentará con un inhabilitado (Torra) y hasta se hace arrumacos con el hombre que le quitaba el sueño (Iglesias). A saber cuál será la siguiente humillación a la que los secesionistas someterán al que pasa por ser presidente de todos los españoles. 

¿Cuál será la siguiente humillación?

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