Un deporte nuevo para un país nuevo

EL presidente de Tabarnia, Albert Boadella, –¡qué gran discurso el suyo al tomar el poder!: “Soy un payaso, pero a su lado (el de los independentistas) soy un modesto aprendiz”–, demuestra en cada una de sus decisiones su talla de estadista. La de incorporar como ministro de Deportes de su Gobierno al periodista Tomás Guasch es todo un acierto. El periodista, vacilón como su jefe, se lo curra también. De hecho ha propiciado el surgimiento de un nuevo deporte: el tabarning. Es muy fácil de practicar, pues consiste en combinar el ejercicio físico con la recogida de desperdicios del espacio público, especialmente lazos amarillos. 

Un deporte nuevo para un país nuevo

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