El desplantede Ada Colau a Beiras en su propia cara

EN Marea, originariamente un espacio multicultural hispano-galaico y ahora sabe Dios qué, recibió durante el fin de semana la primera tanda del desembarco paracaidista, compuesta por Íñigo “El niño de San Ildefonso” Errejón y Ada Colau, el último capricho de la burguesía catalana. Él mitineó a su estilo, con unos mensajes que solo entiende él –si es que los entiende– y, por supuesto, con la mente puesta en Madrid. Ella, con su mentalidad catalana, trató de ser afable y didáctica con el subdesarrollado auditorio –al estilo en que lo era Cristóbal Colón con los indios– y explicó que habían venido al mundo para acabar con la vieja política, pero que conseguirlo no sería fácil, puesto que los viejos políticos se resisten a dejar su puesto. El ya octogenario Beiras, sentado a un par de metros, se retorcía en su silla. Al acabar el mitin quizá hasta llamó a Méndez Ferrín para informarle de que la alcaldesa de Barcelona proponían que les aplicasen la eutanasia, política, ¡eh!, no la de verdad.