La difícil lucha contra el chabolismo

SI al alcalde coruñés, Xulio Ferreiro, se le ocurriera montar un circo le crecerían tanto los enanos que acabarían jugando de pivots en la NBA. Uno de los asuntos que marcan la agenda de los mareantes herculinos es la erradicación del chabolismo en la ciudad. Se han fijado el objetivo de terminar su mandato con el poblado de A Pasaxe convertido en historia y, hasta el momento, solo están consiguiendo que las palas derriben las infraviviendas que están desocupadas y aquellas estructuras que utilizan los habitantes de la zona como almacenes para su chatarra. De este modo, se falla en uno de los aspectos cruciales, que no es otro que el realojo de las familias. Pero, por si esto no fuera ya de por sí grave, ahora resulta que en As Rañas, el otro asentamiento chabolista que queda en A Coruña, la construcción de nuevas viviendas no deja de crecer. Incluso las hay de dos plantas, como si de un adosado se tratara.