MANDAR a Pedro “La sonrisa” Sánchez al gallinero no quedaba bonito, cosa completamente diferente a que tras el descalabro del sábado quizá tenga que buscarse la vida como sexador de pollos. El caso es que después de haberlo mandado a la quinta fila–donde estaría incluso detrás de su íntimo enemigo Eduardo Madina–el grupo parlamentario rectificó y lo puso más adelante. Quizá con eso los nuevos jefes del PSOE consideraron que ya habían cumplido con él y ayer el portavoz de la gestora, el andaluz Mario Jiménez, le recordó que tendrá que abstenerse en la investidura de Rajoy si así lo decide la nueva dirección del partido. O sea, que el no, no es no, sino que es abstención... Complejo problema gramatical que posiblemente solo pueda resolver Darío Villanueva.