¿Hasta dónde puede llegar la solidaridad?

está claro que todos somos solidarios hasta que la realidad nos empieza a tocar el bolsillo. La masiva llegada de inmigrantes que se está produciendo en las últimas semanas está comenzando a sacar lo peor de nuestros políticos, esos que colgaron las pancartas del “Refugees welcome” pero que ahora, cuando de verdad hay “refugees”, se mantienen en un segundo plano, no vaya a ser el demonio que les caigan demasiados en sus dominios. De hecho, Andalucía a comenzado a quejarse al Gobierno de que le esté enviando constantemente menores inmigrantes sin que esté haciendo aportaciones económicas que le permitan afrontar su alojamiento y cuidado con garantías. Por el momento Sánchez calla, seguramente porque sabe que la situación todavía puede ir a peor.

¿Hasta dónde puede llegar la solidaridad?

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