El perro que voló aunque no quería

Gizmo es –o era, quién sabe– un chihuahua de cuatro años. Vivía en el condado inglés de Devon con otros tres ejemplares de su raza. Su dueña se llama Becca Hill y tiene 24 años. Su novio salió a tender la ropa al jardín de la casa el domingo y Gizmo lo acompañó, pero de repente salió volando. Realmente no lo hizo por su gusto, sino por que una gaviota se lanzó en picado, lo cazó y se lo llevó. Desde entonces no se sabe nada del chucho. Becca no ha dejado de buscarlo y al rastreo se ha sumado una legión de voluntarios pero sin ningún éxito. Quizá la versión inglesa de Paco Lobatón –¿se llamará Frank Wolfon?–sea la única esperanza.

El perro que voló aunque no quería

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