El espejo que refleja la realidad

LA inmensa creatividad de Valle-Inclán propició el nacimiento de Max Estrella, poeta ciego y venido a menos, que descubrió en la imagen deformada de los espejos del callejón del Gato una nueva forma de mirar el mundo. Incluso llegó adecirle a Don Latino que “las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas”. Si ya se suponía que el inventor del esperpento y Albert Boadella hubiesen mantenido una fecunda relación, ahora no cabe la menor duda. El cómico catalán, presidente de Tabarnia en el exilio, lo confirmó en su primer discurso: “Queremos ser el espejo en el que el independentismo vea reflejado el absurdo de sus argumentos, que, a diferencia de los nuestros, se fundamentan en mentiras”. Duro y a la cabeza; como duro y a la cabeza golpeó Felipe González, quien ya debe disponer del pasaporte de tabarnés, pues se preguntó con ironía: “¿Podríamos proponer que un elefante fuese presidente? No lo prohíbe el reglamento”. ¡Viva Tabarnia!

El espejo que refleja la realidad

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