El Gobierno local quiso jugar en casa y salió escaldado

LOS políticos suelen ser como tahúres a los que les gusta jugar con las cartas marcadas. Es normal, a nadie le gusta que le afeen las actuaciones a la cara. Por ello, suelen preparar sus apariciones en público, buscando siempre tener enfrente a un público entregado. Por ello, es normal que la Marea, tras anunciar un “Dillo ti” en Los Rosales, decidieran olvidar su habitual indolencia, y sacaran adelante el proyecto de cubrir la plaza Elíptica. Con ello contaban con jugar en casa y a favor de corriente. Sin embargo, la gran sorpresa se produjo cuando los vecinos les aseguraron que no estaban de acuerdo con esta obra (una de las dos o tres que acometerá el Ayuntamiento en todo el año). Está claro que se equivocaron los asesores y que, en esta ocasión, no se ganaron su magro salario. De nada sirvieron las justificaciones de los concejales y del alcalde. Los vecinos de Los Rosales no comulgaron con esa rueda de molino.

 

El Gobierno local quiso jugar en casa y salió escaldado

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