Hace dos meses que creímos vencer

hace dos meses, Pedro Sánchez compareció ante los españoles en una de esas telehomilias en prime time a las que recurrió durante el estado de alarma. En aquella ocasión lo hizo para agradecernos a los ciudadanos nuestro comportamiento y para anunciarnos, solemnemente, que habíamos doblegado al coronavirus. Que desde ese momento España entraba en lo que pomposamente se bautizó como la nueva normalidad y que estábamos ya preparados para volver a poner el país en marcha. Ahora, dos meses después, estamos casi como al principio de la pandemia (con la salvedad de las víctimas mortales). Los contagios están disparados y se van cerrando sectores para intentar atajar una pandemia que se nos va de las manos. Por ahora, Sánchez no tiene previsto salir en la tele y la inoperancia del Gobierno se hace patente en el hecho de que todavía no se sepa cómo va a ser el inicio del curso, apenas a una semana de que reabran las aulas. Podemos seguir discutiendo de la conveniencia de que el rey se haya ido a Emiratos Árabes o del sexo de los ángeles, pero la realidad es que en nuestro principal problema, ese que nos puede robar la vida y la salud, estamos solos y desamparados. FOTO: Pedro sánchez en una de sus telehomilías | aec