La moderna más antigua

ALEXANDRA Fernández, la bipolar –mareante en Galicia y podemita en Madrid– exportavoz en el Congreso de En Marea, originariamente un espacio multicultural hispano-galaico y ahora sabe Dios qué, llegó a voceira por una única y exclusiva y razón: su amistad con la hija de Méndez Ferrín, santón jurásico del nacionalismo de la nazón de Breogán. Como consecuencia del reparto de cuotas de protagonismo por el que se rige la formación tuvo que dejar el puesto unos meses después. Sin embargo, de vez en cuando aún le da por cacarear como si tuviese responsabilidades. Y menudo quiquiriquí le ha soltado a Íñigo “El niño de San Ildefonso” Errejón. Al purgado podemita le dio por pedir perdón por haber defendio en el pasado hacer borrón y cuenta nueva con el pacto constitucional de 1978 y cómo se alporizó Fernández. Lo criticó porque parecía que estaba de broma y porque se alineaba “con las élites de la Transición” y le recordó que “hay pueblos que luchan por romper los candados del 78”. Que medo! Su lenguaje y su mensaje son propios de la noche de los tiempos.

La moderna más antigua

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