Al liderazgo a través del cargo orgánico


MARÍA Dolores de Cospedal parece que quiere imitar a aquel aceite que hacía que las puertas dejaran de chirriar. Su aspiración de seguir como presidenta del PP en Castilla-La Mancha la ha llevado a convertirse en una especie de tres en uno. Ministra, chérifa del PP autonómico y, por supuesto, lideresa del partido a escala nacional. Es decir, que quiere tener unas buenas agarraderas para que, llegado el momento de la sucesión de Mariano Rajoy, le resulte fácil tomar impulso para llegar de primera a la meta. Sin embargo, la jefa de los Ejércitos patrios se olvida de que en la formación conservadora hay personas bastante mejor situadas que ella para convertirse en la cabeza visible de los populares. Líderes que ya lo son, que avalarían su candidatura no a partir de cargos orgánicos, sino con la fuerza que les ha dado convertirse en vencedores en las urnas, algo que a Cospedal, no se le da demasiado bien.

Al liderazgo a través del cargo orgánico

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