EL MAL DISPOSITIVO DE SEGURIDAD

La batalla campal que costó la vida a Francisco Javier Romero Taboada es la prueba evidente del deficiente dispositivo de seguridad que se activó para el partido. La pelea, protagonizada por más de un centenar de personas, tuvo lugar a plena luz del día y en una zona céntrica de Madrid, o sea, a una hora y en lugar donde se supone que la Policía impedirá cualquier tipo de reyertas. No vale como disculpa que la Comisión Antiviolencia hubiese declarado el partido como de riesgo bajo; la Delegación del Gobierno en Galicia tendría que haber informado a la de Madrid sobre el desplazamiento de un nutrido grupo de miembros de los Riazor Blues para que se estableciesen las medidas de seguridad oportunas como ha ocurrido en tantos otros viajes de los hinchas blanquiazules. La explicación de por qué no se hizo está, por lo tanto, pendiente.

EL MAL DISPOSITIVO DE SEGURIDAD

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