Martí aún tendrá que trabajar a destajo para conseguir su Deportivo

Martí no es el mago Merlín, ni el hada madrina –que seguro que entre los deportivistas también hay miembros del lobby de los amantes del lenguaje inclusivo–, como se vio el sábado en Pamplona. Casi no tuvo tiempo para trabajar con la plantilla blanquiazul, así que se limitó a cambiar a un par de hombres y modificar ligeramente la disposición del equipo sobre el campo. Quique González marcó un gol y ya hubo a quien se le llenó la boca hablando del “efecto Martí”. Pero fue visto y no visto. En unos minutos Osasuna le dio la vuelta al marcador y el Deportivo volvió a casa con outra derrota ao lombo. Pues porque se sabía que Natxo González ya no estaba en el banquillo, que sino nadie lo hubiese puesto en duda. No le queda trabajo por delante ni nada al nuevo entrenador.

Martí aún tendrá que trabajar a destajo para conseguir su Deportivo

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