Un misterio sin respuesta en Riazor

IKER Jiménez, hijo putativo de Jiménez del Oso y de J.J. Benítez, especialista en misterios y avanzado para su tiempo, pues ya anda por el cuarto milenio, se merece que Tino le regale un carné del Deportivo, o al menos le reserve una butaca en el palco de Riazor. No es que ahora se haya descubierto como un furibundo deportivista –ni siquiera se sabe si es futbolero–, pero solo él puede desvelar el misterio que rodea al equipo. Ahora parece eso, un equipo, pero se ha pasado toda la temporada sin serlo ni parecerlo. ¿Dónde estuvo hasta ahora? Solo una investigación parapsicológica puede descubrirlo. 

Un misterio sin respuesta en Riazor

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