Natxo sucumbe con discreción al embrujo del empate continuo

Natxo sucumbe con discreción al embrujo del empate continuo

ARSENIO, un zorro que hace años merodeaba por los banquillos y a quien algunos llegaron a elevar a la categoría de bruxo, enunció la teoría “Un puntiño es un puntiño”. Vamos, que empatar nunca es malo malo; da igual que sea contra el primero que contra el último; no es malo.. Solari, que aún se sienta en el banquillo del Madrid, es más locuaz que el arteixán, pero su mensaje, en versión 4.0, viene a ser el mismo: “No hay que subestimar los empates”. Natxo González, menos zorro que Arsenio y menos locuaz que Solari, ya puede ir haciendo un remix con las palabras de ambos, porque ha conducido al Deportivo a nueve empates, tantos como victorias, en veinte partidos. Si en la segunda vuelta se apartase de las teorías igualitarias y se apuntase a las victoriosas, la afición blanquiazul sería felicísima. FOTO: natxo gonzález | quintana

Natxo sucumbe con discreción al embrujo del empate continuo

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