Al obediente Tone ya le entra el miedo

Al obediente Tone ya le entra el miedo

TONE Gómez-Reino, el pijo coruñés que para intentar ocultar sus orígenes firmó a favor de la liberación del sanguinario De Juana Chaos, es un tipo de lo más peculiar. Su capacidad de fabulación –polo mundo adiante cuenta que de pequeño vivía en el barrio ¡obrero! de Riazor, afirmación que pone los pelos de punta a los que fueron sus vecinos en Maestro Mateo– es tan maravillosa como la que tiene para no hacer nada y para esbardallar. Solo guarda silencio ante el jefe, Pablo, antes Pablo Manuel, “Viva la Gente” Iglesias, que le comunicó que había puesto en él todas sus complacencias para que sea su próximo vicario na terra. Tone dio un taconazo y obedeció feliz. Los alcaldiños, otros igual de sumisos con el jefe, le prometieron su apoyo y ahora anda de leria con los errejonistas y los anticapitalistas para que también lo respalden. Unos y otros harán lo que ordenen desde Madrid. Pero Tone ya tiene el miedo en el cuerpo y ha advertido a la rebelde Becansa, la burguesa compostelana a la que le dio por pintar de aburrido morado una vida que iba a estar llena de colores vivos, de que si rompe la unidad, ellos seguirán siendo la candidatura de encuentro y mayoritaria. Vamos, los inscritos no pintan nada; los machos alfa quieren perpetuarse en el poder y ellos son los que deciden. ¡Viva la democracia! FOTO: tone se rasca; algo debe picarle | aec

Al obediente Tone ya le entra el miedo

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