Una operación planificada durante mucho tiempo

A estas alturas todavía debe de estar revolcándose por el suelo Íñigo Errejón al ver el resultado de su “traición” a Pablo Iglesias. Bien frío se tomó el plato de su venganza el otrora niño de oro de los podemitas y ahora fiel aliado de Manuela Carmena. Mientras Iglesias cambia pañales y prepara biberones en la soledad de su casoplón de multimillonario, parte del partido propone que Irene Montero sea la que plante cara al político aniñado en la comunidad de Madrid. Y los mal pensados se frotan las manos ya que detrás de la operación de la traición de Errejón sitúan a Tania Sánchez, aquella mujer que pasó de la derecha del macho alfa a sentarse detrás de una columna cuando a Iglesias se le murió el amor por ella y le nació por Irene Montero. La columna impedía que los reporteros pudieran dejar constancia de sus muecas cada vez que Montero intervenía en la tribuna y, ahora, parece que ha sido capaz devolverle el golpe a Iglesias dónde más le duele, haciendo que el partido salte en añicos ni más ni menos que en Madrid. Eso sí, que Errejón y ella se preparen, ya que Iglesias no parecer ser de esos que olvidan.

Una operación planificada durante mucho tiempo

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