El optimismo, contra el afán por caerse

CADA verano vuelven los pimientos de Padrón, los coches con una pegatina con las letras “CH” en la parte trasera, el duelo entre la París de Noia y la Panorama, las sardiñadas, los fuegos del Apóstol... y el Tour de Francia. Allá se va Alberto Contador, que ya lo ganó dos veces, dispuesto a conseguir su tercer triunfo. Él mismo lo confiesa con toda rotundidad: “No voy pensando en hacer un buen puesto; voy pensando en ganarlo”. Está bien que afronte la prueba con esa mentalidad, pero el problema de Contador –aparte de que le gusten los bistces con clembuterol– es que últimamente le da por caerse siempre y así no hay quien gane. FOTO: alberto contador | aec

El optimismo, contra el afán por caerse

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