YA se sabe que si hay que ir, se va, pero ir pa’ná es tontería. Los jefes de la mafias que introducen africanos de tapadillo en Europa lo saben bien y aprovechan el viaje de regreso a casa de los barcos para ganarse unas monedas. Los gastos de ida están más que cubiertos con el dinero que les cobran a los inmigrantes ilegales, pero los de vuelta también se costean sin el menor problema. Cargan las bodegas con espaguetis y macarrones, que introducen en su país de contrabando y que les reportan el 20% de sus beneficios. Vamos, que la pasta les deja un buena pasta. Como “Fariña”, pero en versión subsahariana. FOTO: unos platos de espaguetis | aec