IRENE Montero conoce la teoría para medrar en Podemos, hacerle la ola al jefe, y la aplica a la perfección; tanto que, ondiñas veñen e van, comparte con él su vida y la dirección del grupo parlamentario. Y no pierde ocasión de afianzarse como hooligan número uno, pues en cuanto puede larga una de esas máximas que tanto gustan en los círculos concéntricos; este fin de semana en una entrevista sentenció: “El amor romántico es opresor, patriarcal y tóxico”. Como un día a Pablo, antes Pablo Manuel, “Viva la Gente” Iglesias, se le ocurra aparecer en casa con un caravel bermello que haya cogido do fusil do militare, acabará durmiendo en el sofá. FOTO: irene montero | aec