La piedad se ha hecho más que necesaria

La piedad se ha hecho más que necesaria

Desde que Pablo, antes Pablo Manuel, “Viva la Gente” Iglesias renunció a la personalidad de escollo y empezó a metamorfosearse en ministro consorte –¿será lo mismo que ministro sin Cartera?–, empezaron a surgir también nombres de miembros de los círculos concéntricos y de los satélites de gravitan a su alrededor que podían entrar en el Gobierno. Y es para echarse a temblar. Uno tiene la sensación de que está escuchando a Mari Fe de Triana o a Rocío Jurado cantando “¡Miedo!, tengo miedo”. En la sobrecogedora relación figuran dos gallegos Yolanda “La Yoli” Díaz, de profesión ir del ganchete con Tone para conspirar juntos, malmeter juntos, maquinar juntos, intrigar juntos..., y  el camarada general, el exjemad Julio Rodríguez, apodado “Julio el rojo” en los cuartos de banderas desde que decidió vestir el uniforme morado, y que allá donde va fracasa. Si es por cubrir el cupo gallego, que alguien convenza a la coruñesa Nadia Calviño que renuncie al sueño de presidir el Fondo Monetario Internacional o incluso a Pilar Cancela, que ya estuvo al frente de Agricultura, Ganadería y Pesca en aquel espectral Ejecutivo en la sombra de Pedro “La sonrisa” Sánchez. Cristo, ten piedad; Señor, ten piedad. FOTO: julio rodríguez y yolanda díaz flanquean a la muy podemita ione belarra | aec

La piedad se ha hecho más que necesaria

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