La polémica llega también a San Fermín

Mientras la Policía de Pamplona se dedica a multar a los descerebrados que corren los encierros grabándose en plan selfi con sus móviles, los auténticos corredores, esos que entrenan todo el año, que se recogen pronto, no prueban el alcohol y madrugan, están hasta las narices de que la fiesta se haya edulcorado. Acusan a la organización de los encierros de llenar la calle de productos antideslizantes para que los morlacos no se caigan. Además, se ha seleccionado a los mansos que los acompañan de manera que los corredores no pueden ponerse ante los pitones de los toros, que es para lo que corren y el sentido de la fiesta. Seguramente habrá que elegir entre espectáculo de masas o carrera tradicional. Y parece que la decisión ya está tomada.

La polémica llega también a San Fermín

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