El PSdeG ya piensa en que la paz empieza a ser necesaria

EL todopoderoso Caballero, don Abel, y el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, son los elegidos para negociar el tratado de paz de la franquicia gallega del PSOE. Los navajazos han sido muchos y las aguas de la mayoría de los mil ríos del país bajan rojizas, así que los críticos han pensado que era mejor envainar las facas e impulsar la calma. Ellos ya eran el bando más fuerte, pero el nombramiento de Laura Seara –víctima de los manejos de José Ramón “O Garañón” Gómez Besteiro, que llegó a apartarla dos veces de las listas electorales pese a ser la más votada por los militantes– como coordinadora de la gestora de Madrid los ha robustecido. Poco le queda que hacer, por lo tanto, a Pilar Cancela –a quien la multifuncional Carmela Silva dedicó ayer otro bocinazo (“Que asuma sus responsabilidades y que lo haga ya”)–. Se cogerá la perrencha que quiera, pero los críticos han decidido que su renuncia forma parte del armisticio y no van a renunciar a ello.