El regalo de Fayçal Fajr


LUIS Aragonés, que de fútbol sabía un montón, confesó en su día que le daban más miedo los buenos árbitros que los malos, porque saben cómo guindar un partido sin que los espectadores se den cuenta. Gil Manzano, quien, pese al bajísimo nivel actual de los colegiados, está en el pelotón de los torpes, no necesitó inventar nada en el Calderón –aun así su silbato fue en algunas jugadas una varita mágica– para beneficiar al Atlético de Madrid; Fayçal Fajr se bastó por sí solo para que el Deportivo perdiese en la segunda parte las opciones de puntuar con las que llegó al descanso... Como para que Garitano no se rebotase cuando un entendido acusó a su equipo de ser duro y perder tiempo. ¡Un equipo duro... teniendo enfrente al Atlético y a Simeone! ¿Dónde estarán Lasarte y su legendario machete?

El regalo de Fayçal Fajr

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