La responsabilidad, ese concepto tan tonto

QUE se vaya preparando Luis Piedrahita, hasta ahora el mejor monologuista nacido en A Coruña, que le quedan dos días para disfrutar de ese título. Xulio Ferreiro, el Varoufakis de A Gaiteira, llevaba más de tres años opositando a la corona de rey del club de la comedia local y, al fin, ha dado el salto al estrellato. El discurso que se largó ayer sobre la compra de pisos y la responsabilidad de la Marea, nasía pa’ganá, encumbra al más sieso de los siesos. El alcalde admitió que había que asumir responsabilidades –que se lo digan a la funcionaria decapitada–, pero matizó que esa responsabilidad consiste en hacer bien el nuevo concurso inmobiliario. Tendría gracia que hubiese reconocido que van a amañar ya desde el principio el concurso para adquirir viviendas. Pero que no se desanimen los abajo firmantes, malo será que no aparezca algún resquicio por el que colar un cuchitril del que se quieran deshacer. Incluso una casa de muñecas de la infancia o un castillo Exin. Si no cuelan como vivienda, se monta un museo municipal del juguete histórico y ¡hala! a dotarlo de fondos. Anda que como Piedrahita le quiera vender a la xente do común el portal de Belén del nacimiento de su infancia... Igual les da un síncope divino.

La responsabilidad, ese concepto tan tonto

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