El riesgo de las agujetas por la vuelta al trabajo

LA bipolar –mareante en Galicia y podemita en Madrid– Alexandra Fernández llegó a portavoz parlamentaria de En Marea, originariamente un espacio multicultural hispano-galaico y ahora sabe Dios qué, por su amistad con la hija de Méndez Ferrín, santón jurásico del nacionalismo de la nazón de Breogán. No acumulaba ni un mérito más. Por aquello de los turnos, dejó de ser voceira y se dedicó a vegetar. Tenía tanto tiempo libre que para entretenerse hasta concedió entrevistas, en una de las cuales reconoció que cuando la recibió en rey en la Zarzuela no sabía si tratarlo de tú o de usted. Sin comentarios. Pero le tocó volver a trabajar y ha acudido al registro del Congreso –vamos, que tampoco quedó deslomada, aunque, eso sí, se expuso al peligro de un ataque de agujetas por estar desentrenada– a presentar una iniciativa en la que propone multar con hasta el 75% del IBI a los propietarios de pisos vacíos. Qué bien hizo el mareante coruñés en vender dos cuchitriles al Concello. FOTO: alexandra fernández posa de manifa por vigo | aec