Poco ha tardado Pablo Casado en sacar a sus peones para intentar acallar a Feijóo. El presidente gallego ha demostrado una gran visión de Estado al considerar que su partido debe intentar, por todos los modos, frenar el pacto de PSOE y Podemos con los separatistas. De otro modo no salen las cuentas y, por ello, Feijóo está dispuesto a que los populares le ofrezcan una salida digna al presidente del Gobierno en funciones. Sin embargo, Casado, a estas alturas está más preocupado por convertirse en presidente dentro de cuatro años y, sobre todo, de frenar a Vox. Con este panorama, cualquier gesto hacia los socialistas no entra en su hoja de ruta. Por ello, le ha tocado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, constestar a su homólogo gallego y decir que las propuestas se hacen de puertas para dentro. Lo curioso es que, en medio de este maremágnum, Casado está desaparecido en combate, callado como una tumba y eso a pesar de que el país se juega mucho en las negociaciones emprendidas por los socialistas. Tal vez, el líder del PP, esté muy ocupado haciendo sus cuentas de la lechera.