el president del Parlament, Roger Torrent, ha vuelto a demostrar que es valiente, pero solo de boquilla. Tonterías las justas, debió de pensar, y después de sus categóricas y solemnes declaraciones en las que aseguraba que Torra seguiría siendo parlamentario y votando, pese a la inhabilitación dictada contra él, ha decidido suspender el pleno previsto para ayer y así ahorrarse él mismo una posible inhabilitación por cometer un delito. Eso sí, en lugar de reconocer que en el fondo es un cagón, justificó su decisión con el temporal “Gloria”, eso sí, la junta de portavoces se reunió. A ellos no les afectó la borrasca. FOTO: Torrent, como con miedo, protegiéndose con unos papeles