Un poco menos humanos

que la final de la Copa Libertadores (algo así como la Champions pero en clave suramericana) se tenga que celebrar en Madrid debido a la violencia de las hinchadas de los dos conjuntos argentinos que llegaron a la final demuestra, claramente, que la humanidad es cada vez un poco menos humana y mucho más idiota de lo que cabría esperar. Aun así, da miedo ver cómo el fútbol se ha convertido en un reducto de violencia que, además, es aceptada por todos los actores de lo que en tiempos fue un deporte y ahora no es más que un gran montaje para vender camisetas.

Un poco menos humanos

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